Cuentos de Mila


LAS ALPARGATAS
octubre 30, 2023, 2:20 pm
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Cuando las sandalias egipcias llegaron a los pies de los romanos, éstos, para proteger el empeine del sol, cubrieron con lona los dedos y su parte superior, así nació… la alpargata.

Con buen agarre al suelo gracias a su base de esparzo natural, se adaptó muy bien al pie, y para los climas cálidos resultó un calzado básico y sencillo a la vez que cómodo y fresco.

Picasso, Dalí. Viriato… las utilizaron, no tiene género femenino ni masculino.

Juana vivía en un pueblo labriego y era una mujer de alpargata, y también de la prenda más versátil de andar por casa…la bata, con estampado floral y ajustada con ocho botones delanteros, fácil de atar y soltar.

Uniforme de generación de mujeres dedicadas al quehacer doméstico, con la bata puesta, decidían sobre el cuidado del hogar, la familia y las judías con patatas, y en el aspecto social bailaban un “atalataiko” con ella y las alpargatas, en la plaza.

Su hijo Curro, era un niño de 5 años al que últimamente le fascinaba y divertía repetir con voz cantarina…caca, culo, pedo, pis… era como una exhibición de sus genitales al aire libre, y ahí, es donde intervenía Juana y su alpargata, que pasaba del pie a la mano en pocos segundos y corría en bata tras el chiquillo con la sana intención de calentar sus posaderas de un alpargatazo.

Pocas veces lo conseguía, Curro competía como un galgo en sus carreras.

Un atardecer de otoño, llegó al corral un apuesto granjero del barrio alto situado junto al cementerio, con una mano sujetaba a Curro y con la otra, una niña un par de años mayor, con la nariz respingona y la cara cubierta de pecas.

Era un buen vecino que en varias ocasiones había ayudado a Juana con el ganado.

Sujeta a tu chiquito si no quieres que lo haga yo – le propuso el granjero – Ayer le sugirió a mi niña que como era día de luna llena, debía enseñarle el culo al astro nocturno si quería que de su cara desaparecieran las pecas, en cuanto bajó las bragas para mostrárselo, aprovechó el momento para darle un mordisco en la nalga derecha.

La alpargata antes de terminar la frase estaba en la mano de Juana alzada al cielo.

Pero ya era tarde, los dos niños corrían a campo través entre risas y gritos.

Perdida su versión avasalladora, la alpargata volvió una vez más a su lugar de origen, mientras, instintivamente la mujer soltaba el primer botón de su bata floreada dejando a la vista el canalillo, para alisar a continuación con las dos manos la prenda de arriba-abajo.

Azorada, le ofreció queso y un vaso de vino al apuesto vecino.

Al granjero, ninguno de los gestos de la mujer le pasó desapercibidos y aceptó agradecido la invitación con una amplia sonrisa en el rostro.

Y fue entonces, cuando ya sentados en la cocina uno junto al otro comiendo, bebiendo y en agradable conversación los dos adultos, la alpargata de Juana observó detenidamente el calzado del apuesto granjero bajo la mesa.

Eran unas albarcas de neumático reciclado negro, que le cubrían la planta de los pies, dedos, laterales y talón, cerrados con un frunce a modo de bolsa, con tiras de cuerda para ajustar al pie.

Perfecto para las labores agrícolas en los días húmedos del otoño – se dijo por lo bajito la alpargata.

Un cosquilleó le recorrió, había oído alabanzas sobre el calzado que tenía frente a ella por duradero y cómodo, con un suave impulsó se le acercó y rozó el neumático, era áspero pues había sido reciclado de la rueda de un tractor, dándole a la goma del mismo una segunda oportunidad.

Estaba haciendo un peritaje de la pieza, cuando el apuesto vecino, un tanto nervioso y torpe soltó las cuerdas con sus dedos, a la vez que retiraba los pies de su interior.

Al momento Juana, los suyos de las alpargatas.

Instantes después, la bata con estampado floral y ocho botones delanteros fáciles de soltar, colgaba de la silla de la cocina junto con otras prendas.

Aprovechando el desconcertante momento, la alpargata se refugió dentro de la albarca quedando recogida en el frunce de la bolsa, un calorcito le recorrió mientras el olor de goma y sudor le agradó. Era un lugar cálido, su suela de esparzo se frotó maleable y dócil en el interior de ella, los dos eran compatibles y disfrutaban de los roces mutuos.

Sobre la mesa dos adultos a su vez, exploraban sus cuerpos en busca de los mismos estímulos que el calzado.

Encajar dentro de algo siempre resulta agradable aunque solo sea una alpargata dentro de una albarca, desde entonces los meses de frio y lluvia caminan juntos.



LAS SEÑALES DE TRÁFICO
octubre 15, 2023, 7:40 am
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Erase una vez, un pueblo llamado “Payo“ situado en la comunidad autónoma de León.

Su alcalde, un gitano solitario y fanfarrón llamado Teobaldo, tenía una finca junto a la carretera general en la entrada del mismo, donde abundaba el cereal.

Compartía espacio desde hacía dos años, con un erizo macho cubierto de puas, (que son fibras huecas con queratina) de cola corta y pene en el centro de la barriga.

Este mamifero, que tenía la nariz respingona y la movía de un lado para otro, tenía poca vista pero buen olfato y oído, comía cereal e insectos y emitía sonidos para comunicarse con el alcalde gitano.

El erizo independiente, dormía gran parte del día para recorrer al anochecer (sin estar interesado por el suicidio) un par de kilometros por la carretera de acceso al pueblo.

El alcalde Teobaldo convencido de la buena aportación que realizaba este pequeño animal en el control de las plagas en su finca, aceptaba de buen grando sus paseos nocturnos.

Pero el ir y venir continuo de coches ponía en peligro al animal, y queriendo protegerlo, hizo un estudio de las señales de tráfico vigentes y las pudo identificar como:

Peligrosas = las triangulares, rojas y blancas

Prohibitivas = las redondas, rojas y blancas

Obligatorias = las redondas, azules y blancas

Obras = amarillas

Optagonal = Stop

y las rectangulares = servicios y carriles.

Ninguna le servía con sus números, signos y dibujos.

¿Como avisar a los conductores, que un erizo moviendo su culo con andares elegantes, salía al anochecer por la carretera general a pasear para regresar de nuevo a la finca?..

Llegó a la conclusión, de que como alcalde era el responsable de crear seguridad al erizo, y fue así como junto a la destileria inlegal de alcohol que desde hace años tenía habilitada en el cobertizo de su finca, le agregó a ésta una chapisteria.

En ella, con más idea que habilidad comenzó su nueva actividad.

A las señales de trafico tradicionales que abundaban en cruces y calles del pueblo, añadió otra triangular (peligro) con un dibujo en el centro de la misma de un erizo ( para dar mas realidad al animal, cubrió con clavos pegados con loctite y las puntas amenazantes hacía el exterior al tripudo mamifero) y sobre el mismo, una brillante luna para aviso a los conductores nocturnos del pueblo.

No fue necesario dar explicaciones sobre la nueva señal, todos los vecinos se dieron por informados pues era evidente el dibujo.

Animado por el acierto, añadió en el cruce de la calle cerca del hogar del jubilado, una nueva como la anterior en cuanto a la forma, y en el centro de la misma, dos ancianos torcidos sujetándose uno al otro, en alpargatas. Esta vez tampoco era necesario dar explicaciones.

Junto al Puff… un borracho por el suelo con una botella en la mano fue la siguiente.

Un poco mas adelante,… cuidado con distraerse, trabajadoras sexuales en la zona, y dos zapatos de tacón alto rojo, colgando de la señal.

En el paseo principal había varios cocoteros, (hacía un par de meses se despredió uno de ello y dejó noqueado a un paseante) una nueva triangular avisaba del peligro, con un casco sujeto con tirafondos sobresaliendo del panel, animando a los paseantes a que lo llevaran puesto en la cabeza.

El parroco del pueblo le sugerió la correspondiente prohibición ( ésta vez la señal cambiaba de forma del triángulo a una redonda) de meter mano en la berbena popular, y el dibujo aplicado a la misma era ropa interior femenina por el suelo. El alcalde cada día se superaba en sus dibujos.

Pero cuando al acercarse las navidades, fueron media docena repartidas estrategicamente por los

caminos de salida hacía la montaña prohibiendo el talado de pinos, para el adorno con luces intermitentes de casas y locales, la situación se desbordó, pues las calles del pueblo estaban saturadas de prohibiciones y avisos de peligro.

La risa, siempre se produce a costa de algo o de alguien, y en esta ocasión todo el pueblo de “Payo”, reía al gitano Teobaldo.

Pero al tiempo se pudo comprobar, que el aviso de las señales nuevas resultaban efectivas pues se respetaba la velocidad, a la vez que el corte de abetos había sido inferior y bajo los cocoteros los paseantes protegían su cabeza con todo tipo de cascos y sombreros estrafalarios.

Lo que pasaba las noches de berbena no estaba catalogado todavía.

El gitano estaba eufórico.

Animado por los resltados, pronto comenzaron las señales rectangulares informativas…Molino a 100 metros, Horno, Pozo de Agua, Mercado…

La chapisteria del cobertizo no daba abasto.

En “Payo” el mercado era el mayor aliciente de fin de semana, los sábados acudían al pueblo muchos vendedores y compradores de cereales, gallinas y huevos… por supuesto, el alcohol de la destilería del alcalde era uno de los mayores atractivos, pues por cada litro que vendía, otro litro regalaba, A principio de año habría nuevas elecciones y el gitano, deseoso de repetir alcaldía, (de ahí el vino que regalaba) propuso también, una tómbola benefica para recaudar fondos para los nuevos baños públicos, ya que el pueblo estaba necesitado de este servicio, los gastos deribados del mismo correrían a su cuenta.

Con la venta de rifas en sobres, las papeletas con dibujos en su interior serían las premiadas,

Así fue, como encargó un contenedor de muñecas baratas procedentes de china, para la tómbola.

Para su sorpresa, cuando llegaron comprobó que baratas sí… pero, estaban desnudas.

No se dejó acojonar por la situación y animó a las vecinas de “Payo”, a que las vistieran a su gusto con mas o menos acierto en la costura.

Repartidas por todas las casas del pueblo, la competición entre las mujeres por el modelito a conseguir para “su” muñeca era un desafío. Todas iban a ser bisualizadas por el público.

El erizo no era ajeno al nerviosismo que se apreciaba en el ambiente, pues en sus paseos nocturnos los cuchicheos eran inevitables.

Llegó el día programado, a las 12 del mediodía y tras el cochete de apertura, la tómbola se puso en marcha, y entre los muchos vecinos, guiado por su habilidad olfativa el erizo estaba presente.

Una vez en la plaza, a pesar de que su agudeza visual era baja, le llamó la atención en una de las baldas, una muñeca vestida de amarillo fosforito.

El alcalde tuvo el privilegio de comprar las primeras rifas, y una de ellas en su interior contenía la papeleta con dibujos que le hizo propietario de la “chochona” del vestido amarillo fosforito.

Cuando la muñeca con su propietario llegó a la destileria, el erizo que merodeaba por la zona se hizo con ella y rápidamente la llevó a su madriguera, temeroso al principio y confiado mas tarde al comprobar que sus puas no proporcionaban rechazo en ella la abrazó ofreciéndole su amistad.

Escondido tras su pavoroso vestido la olisqueaba y chupaba como si de un fruto jugoso se tratara.

No tenía respuesta reciproca, pero sabedor de que sus abrazos eran punzante y dolorosos se daba por satisfecho con su silencio y falta de protesta.

Muchas veces la amistad, exige mucho a los demás y ofrece poco a cambio de ella.

Teobaldo tenía en mente, una nueva señal de tráfico (ésta vez redonda) a la salida del pueblo, en la que se reflejaría un gran corazón latiendo y una propuesta para que “Payo” fuera reconocido como el pueblo con más señales de tráfico que no estaban legalizadas en el reglamento de circulación, y que gracias a ellas había aumentado la seguridad, la convivencia era respetuosa y facilitaba el día a día a vecinos y animales. Pero a su vez quedó demostrado, que sólo obligados por leyes y normas convivimos en paz.



EL COLUMPIO
septiembre 27, 2023, 2:14 pm
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Cosme era un viudo jubilado e ingenioso con una gran aficción, la pesca.

Tenía una pequeña barca que era su más apreciada inversión y que le proporcionaba ciertos problemas en sus paseos, pues se mareaba en ella cuando salía a la mar.

Un amigo le sugerió para evitarlo que se balancease asiduamente en un columpio.

Este, le aseguró que era un artilugio de entretenimiento y goze, un objeto de lujuría y seducción, un viaje a ninguna parte…

Animado por tantos adjetivos, decidió ingeniar uno y comenzó el proyecto para su instalación.

Debido a que en el ajuar de su mujer fue considerado la sarten regalo de boda impresdindible, un familiar caldedero, le fabricó a mano varios modelos y tamaños en hierro fundido con forma circular y poco hondos, uno de ellos tenía 4 bocas en pico para salir de éstas el vapor y su correspondiente tapa, pero el hierro no tenía la capacidad antihaderente ni el tacto ceroso del teflón, y quedaban pegadas a los pocos usos en la sarten, las frituras.

Cerca del embarcadero había un hermoso roble que ofrecía una rama inclinada donde colgar las cuerdas, la base para apoyar las posaderas el ingenioso jubilado no tuvo ninguna duda, la sarten con cuatro bocas en pico fue la elegida, un agujero en cada una de ellas allí por donde salía el vapor, e introduciendo la cuerda que colgaba del árbol en las mismas, finalizó con el correspondiente nudo de sujeción.

El balanceo hacía adelante y hacía atrás estaba garantizado con el sartenazo, al principio con la oscilación del cuerpo e impulso de las piernas, coordinando el equilibrio y la fuerza hasta aumentar la misma y sentir vértigo en el estómago, pero una vez aconstumbrado lo encontró agradable y divertido el ir y venir.

Y pudo confirmar que con su uso, el mareo desapareció.

Gracias al columpio salía diariamente en la barca, con su boina calada hasta las cejas y su caña de pescar.

Solucionado el problema principal, comenzó a cuidar la elección del sedal como componente muy importante para la caña.

Tenía preferencia por la de fibra de nylón fluorescente que era invisible bajo el agua a la vez que resistente y elástica.

Dominaba el fijar el corcho rojo y blanco al sedal para saber cuando el pez mordía el anzuelo, y con un pequeño gusano de cebo solo era cuestión de paciencia a la espera de la mordida.

Y fue así, como una preciosa lubina tragó el anzuelo.

Cosme, contento con su pesca regresaba silbando satisfecho de su frutífera mañana, cuando al acercarse al embarcadero observó desconcertado que en “su columpio” una guapa moza rubia platino con un sombrerito floreado,se balanceaba levantando al aire sus rollizas piernas, quedando al descubierto lo que escondía su falda.

Aturdido, soltó los remos y uno de ellos se deslizó al agua.

Su mirada rotaba del balanceo de la mujer en el columpio al remo que se alejaba flotando, por fin, haciendo diferentes giros y volteos con el único que le quedaba, consiguió acercar la barca al atraque.

Fue al poner el pie en tierra cuando se percató, que un guardia civil con tricornio en su cabeza, estaba junto al árbol evitando la colisión en el retroceso del columpio y dando a continuación un fuerte empujón con las dos manos en el trasero de la mujer, enviába de nuevo a la sarten y su “vianda” volando hacía el cielo.

En cada giro, el viento indiscreto levantaba mas y mas la falda de la moza, ofreciendo a la vista los blancos muslos que brillaban mas que la lubina que Cosme sujetaba en la mano, mientras una fuerte y alegre risa de la rubia platino con sombrerito floreado, se escuchaba en el muelle.

-Me dijeron, que el columpio era un artilujio infantil con dos objetivos, entretenimiento y socialización – se dijo Cosme por lo bajito – pero no hay duda de que esta mujer por sus risas esta experimentando placer, por supuesto tambien el guardia civil que la empuja por las nalgas y yo…somos tres adultos disfrutando del mismo juguete, solo nos falta la segunda parte que es, socializar.

Asi que aquel atardecer cenaron juntos una lubina, un guardia civil con tricornio, un jubilado con boina y una rubia platino con sombrerito floreado, la moza les explicaba con énfasis, que al levantar las piernas en el columpio se le contraía el canal de la vagina estrechando el paso de la misma…

Ni el jubilado con boina, ni el guardia civil con tricornio entendían que significaba éste detalle, tampoco les importaba, los dos compartían la misma sensación, habían encontrado un juguete que les daba, góze, lujuria y seducción, y que en el caso de Cosme… le había quitado hasta el mareo de la barca



EL ZURDO
septiembre 22, 2023, 3:12 pm
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Abundio era un niño pelirrojo de ojos claros.

A poco de nacer se llevó a la boca su pulgar izquierdo, dejando constancia de la mano que predominaría en todas las actividades de su vida.

Ignoraba que en todas las culturas del mundo es tabú ser zurdo, una rareza que hasta hace poco producía inquietud, siendo perseguido hasta por la religión.

Cuando murió crucificado hace XXI siglos el hijo de Dios, dos ladrones fueron a la vez condenados al mismo martirio.

El bueno, a la derecha.

El malo, a la izquierda.

Cuando Jesús expiró, su cabeza se inclinó hacia la derecha, y así quedó perpetuada en el transcurso de la historia su imagen en la cruz, dejando a los zurdos en manos de la inquisición, y a los diestros haciendo la señal de la cruz y repartiendo bendiciones.

No es de extrañar que hasta el día de hoy el mundo haya sido diestro, al fin y al cabo según el Islam, con la mano derecha se lleva los alimentos a la boca y con la izquierda el papel que sirve para limpiar el culo.

Siendo zurdo y a su vez pelirrojo, se le consideraba hijo del diablo o fiero descendiente de Set.

Pero la madre de Abundio (desconocía que en su familia hubiera un gen pelirrojo) no se dejó intimidar por ninguna superstición y para el primer día de clase le compró un cuaderno con la espiral en la parte superior, y un lápiz no redondo sino con forma triangular y agarre antideslizante para cada dedo, para poder ejercer más presión y fuerza al empujarlo con su zurda.

El escudo de armas de Australia lleva un canguro de emblema (estos animales son zurdos y no pueden saltar hacía atrás) simbolizando que la nación siempre avanza y no retrocede.

Abundio llegó a la pubertad con su largo pelo rojizo, su piel blanca de pecas, como un canguro manejando con destreza su zurda y sin retroceder ni para coger impulso, no hubo acoso en el colegio que le avasallara ni cura con sotana que le atemorizara, aprovechaba en todo momento la ventaja que le proporcionaba por supuesto ser hijo de su madre… y no del diablo.

Practicaba boxeo, (afirman que quien practica éste deporte a robado dos buenos brazos a la agricultura) aunque la fuerza es compatible con la paz, el joven retaba con su izquierda y golpe básico a todos los mozos del pueblo, por lo que una vez más, considerando que los puños son primordiales en éste deporte, su madre… le regalo unos guantes de boxeo por navidad.

Y en el área de combate del Ring, conoció a la primera mujer con licencia de árbitro de la que se enamoró locamente, ella vestía una pajarita negra en su frágil cuello, pero hacía valer su autoridad frente a dos hombres medio desnudos y enfurecidos.

Se llamaba Guadalupe, controlaba los ataques prohibidos y malas prácticas como morder o pisar en el cuadrilátero, pero a su vez ella, tenía una adicción sobre la que no ponía control, “pellizcar la piel de forma repetitiva”.

Todo comenzó en una etapa anterior al boxeo, en la que practicaba quiromasaje para producir drenaje circulatorio y liberar los músculos tensos.

Eran pellizcos simples para aumentar la irrigación sanguínea, y se hizo adicta a ellos.

Para cuando el zurdo pelirrojo quiso darse cuenta de lo que le pasaba a su enamorada, su piel blanca resaltaba en el ring llena de moratones producidas por sus uñas de gel , siendo el hazmerreir de todos los que acudían a ver los combates.

La árbitro quería evitarlos pero no podía, su dedo pulgar e índice de la mano izquierda (también era zurda), buscaba constantemente un trozo de piel para retorcerlo.

Pero Abundio, si la religión y la sociedad no habían conseguido acobardarlo, unos pellizcos no le iban acoquinar, así que con paciencia y claridad mental le explico que los pellizcos debían de ajustarse a un lugar determinado de su cuerpo, “los codos”.

La articulación que une el brazo con el antebrazo, está compuesto de tendones y ligamentos, la ausencia de terminaciones nerviosas los hace insensibles al dolor,

El zurdo al sentir la presión de los dedos y uñas de la mujer en su codo, recogía automáticamente el brazo, resbalando los mismos por la tirantez de la piel, y algo que fue durante tiempo una obsesión, con la falta de aplicación fue desapareciendo de la vida Guadalupe.

Se acabaron los pellizcos y comenzaron las caricias clandestinas

Abundio con el tiempo se hizo fotógrafo, y acude a la ciudad de Breda en Holanda el día 7 Septiembre cada año, para celebrar el día de los pelirrojos y fotografiar el acontecimiento para un importante periódico de su ciudad.

También, cada 13 de Agosto, (día internacional de los zurdos) la primera mujer con licencia de árbitro de boxeo zurda y un pelirrojo zurdo, celebraban la vida sin limitaciones, prohibiciones, y acosos…

LA PRINCIPAL FUERZA ESTABA EN ELLOS



EL TIRAGOMAS
septiembre 2, 2023, 6:48 pm
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Un pillo atrevido, un anochecer que colgaba clandestinamente pancartas políticas por las paredes de la ciudad (cobraba por ello), perdió su tiragomas en un paso cebra de rayas paralelas blancas y negras de 60 centímetros, igual a la icónica imagen que recorrió el mundo en Agosto de 1969 de los Beatles, y que fue portador de su disco.

Era un tiragomas casero perfeccionado artesanalmente, con la horqueta de madera de una rama de álamo en forma de “Y”, añadida a la misma dos ligas cortadas en tiras que habían sido en origen cámara de la rueda de su bici.

A esto, había que sumar el soporte donde asentaba el proyectil, una base de cuero reciclado en el que colocaba la aceituna verde con hueso, para su lanzamiento.

El resto muy sencillo, un impulso de estiramiento de las gomas hacia atrás a la altura de los ojos, apuntar el objetivo y dar en el blanco con más o menos acierto.

Con esta arma pequeña y portátil, en la que hacía falta tener buena vista y pulso en su utilización, se sentía seguro en su quehacer nocturno, pero del bolsillo de su pantalón sin previo aviso, calló al suelo.

Una prostituta, que ejercía su trabajo de citas junto al mencionado paso cebra, lo encontró aquel anochecer y lo guardó por novedoso y simple en su bolso. Pepi, era una trabajadora sexual que se diferenciaba de sus compañeras por la preferencia de mujeres entre sus clientes.

El sexo femenino, no suponía ninguna amenaza en cuanto agresividad, y mantenía mejor conversación en el transcurso de su jornada laboral con ellas.

Instante después, un coche se detuvo requiriendo sus prestaciones en el paso cebra.

Se conocían de anteriores ocasiones, por lo que sin entrar en detalles económicos se recostó en el lujoso asiento del descapotable rosa.

Por primera vez el tiragomas viajaba en un coche sin capota acompañada de dos

mujeres con sentimientos afines y experiencias compartidas.

Luisa, era una profesora que despertaba emoción en la prostituta por el manejo fluido de su expresión didáctica.

Pepi a su vez, vendía servicios corporales íntimos que despertaban agitaciones placenteras en quiene las gozaba, era una artista en el sexo y la cultura erótica, se cuidaba con buena limpieza y acudía diariamente al gimnasio para mantener un buen estado físico, afirmaba que no vendía su cuerpo, sino su servicio,

El rótulo de diferente o indigna social por su trabajo no le afectaba, no se consideraba forzada a ejercer su profesión, disfrutaba de momentos especiales con la actividad, y era ella, quien gestionaba el beneficio económico que obtenía con su prestación.

Aquel anochecer el proyecto sería… saborear vainilla y chocolate, masturbarse a la luz de la luna escuchando música, mirarse a los ojos respirando juntas, y para consumar el hechizo…contaba con las gomas de empuje de un tiragomas.

Cuando Pepi le enseñó su juguete erótico, una carcajada potente se escuchó en la noche.

El género femenino es directo, y Luisa era una mujer segura de su sexualidad y que conocía uno de sus puntos erógenos mejores… sus orejas, la presión con los labios en ellas le producían un cosquilleo delicioso, al igual que el roce con dedos, plumas… (el sentido del oído para percibir sonidos quedaba en segundo lugar)

No le veía utilidad al tiragomas, pero reía divertida ante la idea de su uso.

Bajo la sugerencia de su compañera, se tendió en el césped de su jardin boca abajo recibiendo la luz de la luna en la planta de los pies.

En ellos, Pepi le fue presionando con el pulgar las líneas que se le formaban, mientras recorría despacio en movimientos circulares la parte inferior de los mismos.

Poco a poco fue subiendo los giros circulares desde el talón al tobillo manteniendo la misma presión, y de éstos, a la cara interna de los muslos.

Cuando el cosquilleo y caricia le tenían sumida en la gloria… un disparo del tiragomas, (ésta vez sin aceituna de hueso, ni la buena vista y el pulso como prioridad), pero si la tirantez de las gomas de la cámara de la rueda de la bici, que al soltarlas, golpearon las plantas de los pies produciendo un latigazo que subió por los muslos donde la caricia era la protagonista momentos antes, llegando hasta lo más íntimo de su sexo… un grito se escuchó en la noche.

Pepi contuvo la respiración por unos momentos…quizás se había sobrepasado con la tirantez de las gomas.

Hasta que escuchó una voz entrecortada … “Por favor, repítelo”

Alguien dijo, que practicando sexo no se acaba el paro… pero que se está más a gusto,

LLAMALE A LA PEPI



EL CUERVO
agosto 9, 2023, 2:57 pm
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Cuenta la leyenda…

Que ante la posibilidad de hallar tierra firme tras el diluvio universal, un cuervo inteligente y muy sociable, salió el primero por una ventana situada en la parte alta del ARCA DE NOE, emitiendo un crack-crack que le a caracterizado hasta el día de hoy.

La paloma que salió tras él, volvió con una hoja de olivo en el pico.

Pero el cuervo, que arregló sus plumas negras y voló en busca de una hembra diferente a la que le había designado NOE como pareja, no regresó.

Había compartido espacio junto a otros animales y aves durante mucho tiempo, entre los juegos que practicaba para divertirse aprendió a ladrar como un perro y aullar como el lobo, no tener que enfrentarse a peligros era cómodo, pero la rutina le aburría, así que cuando se planteó la posibilidad de hallar tierra firme, no lo dudó, y voló en busca de grupos pandilleros y nueva pareja.

Voló…voló…hasta encontrar tierra seca.

Cuando se posó en la rama de un árbol en una especie de cobijo cerca de un pantano rodeado de pinos, emitió satisfecho su crack-crack correspondiente.

Supo al momento que era su valle codiciado.

No llovía y al caer la noche ¡qué esplendida luna se contemplaba¡

Este pájaro astuto y tramposo a la mañana siguiente observó los alrededores, y comprobó que compartía espacio con humano, cerca del lugar donde había pernoctado había edificaciones,

Era el lugar ideal para hacer amistades.

Y así conoció a Maquiavelo, un joven que malvivía dedicado a la agricultura y tala de pinos, los dos se hicieron amigos y el cuervo se convirtió en su consejero.

A las noches, Maquiavelo le leía libros sobre política y leyes, mientras recibía en todo momento la aprobación del cuervo.

Los vecinos no veían con buenos ojos al pajarraco, les aullaba a sus perros como si fuera un lobo, y estos atemorizados no salían de su perrera ni para mear.

Trataron de convencerlo del mal agüero que suponía aquella ave tan negra, pero el joven no se dejaba amedrentar, pues estaba convencido de que el ave sacaba al exterior lo mejor de su talento y creatividad.

Aquél invierno, Maquiavelo fomentó entre sus compañeros los leñadores, la necesidad de pedir un aumento de jornal por la tala de pinos, (eran propiedad del ayuntamiento) y cuando presentaron la solicitud al alcalde éste se negó, pero al momento, el cuervo comenzó a volar en círculos alrededor del mismo emitiendo su crack-crack correspondiente.

Atemorizado con su negrura y mala fama, temiendo que se llevara su alma a la tierra de los muertos, firmo la correspondiente subida precipitadamente.

Todos los trabajadores del gremio aplaudieron al joven y su pájaro, llegado el momento de recibir la paga, en agradecimiento, le aportaron entre todos los obreros un dinero extra, Maquiavelo destinó el gratificante bonus en la compra de un billete de lotería para el 22 de Diciembre, que fue merecedor de premio en el citado sorteo.

El joven, no podía creerse su boluda suerte.

Un cuervo hembra, que no tenía melanina suficiente en su plumaje, combinaba el negro de éstas, con el blanco en pecho, vientre y cabeza, enterada de lo ocurrido en los alrededores del pantano, quiso conocerle personalmente al protagonista y voló en su busca y localización.

Hallado su cobijo, se presento sin rubor.

Nuestro cuervo que cabeceaba la siesta se sobresaltó al ver tanta belleza, y comenzó una precipitada limpieza del nido en forma de cuenco, para agradar a la hembra.

Esta, en pleno acto de coquetería, se cepillaba sus plumas blancas con el pico sin dedicar mucha atención al ajetreado ir y venir de ramas y hojas.

Fue Maquiavelo el sorprendido al ver tanto trajín para complacer a la hembra.

Y al momento decidió, que también él necesitaba una pareja a la que cortejar, a ser posible dulce y educada pero a la vez apasionada.

Le vino a la mente la imagen de la hija del alcalde a la que conoció el día que presentó la propuesta del aumento de sueldo, y sintió un cosquilleo por todo el cuerpo al recordar su figura.

Confiando en su buena suerte, la abordó al día siguiente al salir del consistorio con frases aprendidas de sus libros y que siempre aplaudía el cuervo, pero la joven le miró con indiferencia y continuó su camino.

No dejándose intimidar, limpió y ordenó su casa, plantó flores y hierbas perfumadas en los alrededores de ella, y colgó farolillos de colores en los pinos cercanos.

El cuervo observaba el ir y venir del mismo sin comprender el objetivo.

Cuando el alcalde se presentó con una carabina al hombro y le amenazó con disparar al cuervo sino se alejaba de su hija, quedó explicada la intención de todos.

Maquiavelo retiro los farolillo, pero mantuvo las flores y hierbas perfumadas, el cuervo a sido padre en tres ocasiones y la casa está invadida de crías blancas y negras que juegan entre si en un incansable crack-crack mientras picotean todas las comidas de su dueño, éste les permite, pues a las noches ha aumentado el publico que le escucha atento mientras lee los libros sobre política y leyes.

A continuación el cuervo negro, aprovecha la sesión para dar clases de ladridos y aullidos de lobo a sus hijos.

Maquiavelo es feliz, el no folla, pero el cuervo lo hace por los dos, y la diversidad familiar está unida por lazos de amor entre el humano y las aves. 



EL BASTON
May 28, 2023, 4:12 pm
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Cuando Adán fue expulsado del paraíso, los animales que habían sido sus amigos le miraron con hostilidad, por lo que éste, fue al cielo a quejarse  de la nueva situación, Dios le escuchó, y le regaló una vara con nombre propio: BASTON, con el propósito – le dijo-  de que le sirviera para apoyarse en los días de borrachera, manteniendo el equilibrio y evitando la inestabilidad producida por el mareo y por último como arma (prolongación del brazo) para defenderse.

Cuenta la Biblia, que cuando Caín mató a su hermano Abel lo golpeó con la quijada de un burro, la historia le dejó al bastón, limpio de complicidad y pecado a pesar de su endiablada facilidad para romper huesos.

Fue el segundo compañero que tuvo en la tierra Adán, el primero se reparten al cincuenta por ciento entre Eva y la piedra.

Su poder es tan grande, que hasta Moisés en su fuga con los israelitas, solo alzándolo al cielo separó las aguas del Mar Rojo.

En el siglo XIX la moda y la elegancia para la ociosa aristocracia al salir de casa, era llevar consigo al igual que ahora todo tipo de accesorios, la pitillera, el monóculo, los guantes, el pañuelo… y como atuendo imprescindible, el bastón.

En la actualidad, ha dejado de ser un símbolo de elegancia, para proyectarse como objeto de necesidad.

Las personas no videntes utilizan el bastón color blanco para desplazarse, los ancianos para apoyarse al caminar, los senderistas de valles y montañas como imprescindible compañero de viaje (fiel amigo en la recogida de setas), y en las tareas de pastoreo para desarrollar su trabajo con autoridad, e incluso se utiliza como herramienta para medir.

Un artesano afincado en una ciudad de Asturias, trabajaba la madera con destreza y habilidad en la fabricación de elegantes bastones mediante el proceso de desgaste y pulido, utilizaba la madera del castaño de sus montes por tener la dureza y el peso adecuado, su preferido era el de color blanco amarillento que al envejecer se transforma en oro viejo.

Toda ciudad debe tener una sombrerería si quiere presumir de serlo, y era del asturiano, la propiedad tienda-taller que en calle principal de la misma, regentada su mujer ofreciendo buen servicio y atendiendo a los clientes en el arte de vestir cabezas. 

Acompañaban en el comercio a los sombreros y gorras, bastones artesanales fabricados por su marido con elegancia y refinamiento, el pomo normalmente era de cuerno de buey grabado, y bajo el tubo cubierto con tiras de cuero de la empuñadura, escondían un estoque de acero.

Varios grabados con alegorías recorrían la madera de arriba-abajo dándoles glamour, la punta que tocaba el suelo, era de acero inoxidable.

Queriendo fomentar las ventas, la avispada tendera expuso en el escaparate principal un trabajo a punto cruz sobre un lienzo, que decía:

CONTRA LA GRIPE UN BUEN BASTÓN ES LA SOLUCIÓN, Y NO TIENE

NINGUNA CONTRAINDICACIÓN

Aquel invierno se presentó, frío, ventoso y lluvioso.

Los vecinos, sonrieron y cotorrearon incrédulos ante el anuncio, pero cuando a los pocos días vieron al médico de familia realizar sus visitas a los enfermos, con el maletín en su mano derecha y apoyándose en un precioso bastón en la izquierda, comenzaron las dudas.

Nadie se fijó en la leve cojera del doctor, producida por un esguince de tobillo con desgarro de ligamento, jugando a los bolos.

Los detractores de las vacunas, pronto fomentaron su uso alegando mejores y más seguro resultados, la venta aumentó un 70 % con gran regocijo de la promotora y del artesano.

A mediados del invierno, la ciudad vestía sombrero o gorra y llevaba en su mano la consabida arma contra la gripe.

Pronto, sus verdaderas propiedades comenzaron a florecer, no había bronca que no se saldara a bastonazos e incluso con estoque.

Como dijo Dios, el bastón servía para muchas cosas, pero el virus de la gripe no se sentía amenazado con su presencia, y el humano desde los tiempos de Adán hasta el presente, sigue siendo un tonto inconsciente.



LOS JUEGOS
May 15, 2023, 1:34 pm
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Se llamaba Felipe, y era un espigado fabricante de ataúdes ecológicos de caña y cascarilla de arroz con forma curvada. A la vez, regentaba una funeraria.

Por su trabajo lidiaba todos los días con la muerte.

Sobre ella tenía su propia filosofía, el misterio de la vida era darse y recibir, el de la muerte…darse del todo.

Estaba convencido de que no existe otro infierno del que nos creamos nosotros mismo.

Que cuando morimos solo perdemos la apariencia individual, quedando en la memoria y el corazón de quienes nos recuerdan. Somos energía y ésta siempre se transforma.

Buen hacedor de su trabajo y en plenitud intelectual y física, tenía debilidad y añoranza por los juegos de su niñez.

A día de hoy, en sus ratos libres, disponiendo de las herramientas adecuadas y con la madera dura del haya o encina, (que replantaba para garantizar un suministro sostenible) fabricaba trompas o peonzas y yo-yo, pues las manualidades con madera le resultaban más divertidas y entretenidas, que la fabricación a escala de féretros.

De la misma manera que el presidente Kennedy jugaba en la oficina presidencial de la casa Blanca con el yo-yo como pasatiempo y Napoleón como objeto anti-estrés lo lanzaba una y otra vez al aire con una pequeña sacudida, para que volviera en su ascenso a enrollarse en la dirección opuesta, Felipe antes de acostarse, frente a su gata que le observaba con sus hermosos ojos verdes, tenía su propia sesión de yo-yo.

Años después de sus muertes, Kennedy en 1963 y Napoleón en 1821, éste juguete viajó al espacio con la tripulación del transbordador Disconvery y más tarde en la nave espacial Atlantis.

Por lo que, consideraba nuestro fabricante imprescindible que viajara también al más allá en compañía de los difuntos, consultada la familia, si ésta no se oponía, a todo hombre o mujer a la que acomodaban en sus ataúdes, y con suficiente edad para conocer los utensilios y haber jugado con ellos, se le añadía un yo-yo o peonza en la mano izquierda, a la vez que la cruz, si era cristiano en la derecha.

Si le había ayudado a socializar y pasar buenos ratos en la tierra al fallecido o fallecida, no le vendría mal tener un aliado amigo, allí donde fuera.  

Para la fabricación de la peonza o trompa, la madera debía ser fuerte para soportar los golpes contra el suelo, con su forma cónica de 6 centímetros de alto y 4 de diámetro, las realizaba con dibujos en forma horizontal en modo de bandas, una espiga arriba para enrollar la cuerda o zurriago, y por último un rejo de hierro en la punta.

Recubriendo con una cuerda toda la superficie alrededor de ella y sujetando un extremo del cordel entre los dedos, con el índice en la parte superior y el pulgar en el otro extremo, se lanzaba la trompa y se tiraba la cuerda hacía atrás impactando la punta contra el suelo, produciendo la rotación hasta tomar una inclinación respeto al eje, el roce y el asfalto provocaban que se debilitara el giro hasta perder el equilibrio y pararse.

El engorro de religar el cordel una y otra vez, no era ningún problema, era una pausa, el descanso del guerrero antes de realizar un nuevo lanzamiento.

Un pariente lejano, le regalo a Felipe en su 7º aniversario un diábolo, éste juguete en forma de reloj de arena que se maneja con dos palos de madera, y atada a ellos una cuerda (gran protagonista en toda diversión), con impulso y pequeños tirones debía conseguir que bailara sobre ella, los conos invertidos.

El objetivo principal… sentirse malabarista.

Felipe nunca fue habilidoso con el diábolo, el lanzamiento del objeto al aire, siempre terminaba estrellándose contra el primer obstáculo presente en su recorrido, por lo que su escasa pericia dejó constancia de ser, un mal malabarista.

Hay fracasos que marcan la vida, pero éste, no tuvo esa capacidad, simplemente lo dejó en el sótano, para centrarse en los juegos en los que mostraba más habilidad.

Por éste motivo, nunca incluía en los ataúdes los dos palos, los difuntos llevaban en la mano, la peonza o el yo-yo

El día que falleció el veterinario (tuvo una buena muerte, se agachó para recoger del suelo el cubito plateado de Starlux, que se le había caído de las manos cuando iba a prepararse un caldo, y nunca más se enderezó) después de obtener el consentimiento de su afligida viuda, nuestro empresario le colocó sobre su mano entreabierta, la última trompa de fabricación casera con la cuerda incluida.

Quizás un poco de loctite de los chinos, hubiera impedido que al cargar sobre los hombros la caja los “anderos”, ésta saltara de la palma de la mano y golpeara la misma… toc – toc

Todos los presentes escucharon el golpeteo y quedaron en suspenso, la comitiva se frenó y el ruido cesó, poco después, con pasos inciertos continuaron camino del cementerio, pero en el primer bache, se volvió a escuchar…toc – toc

La viuda se mareó, el cura llamó rápido al monaguillo para que le trajera el hisopo y esparció el agua bendita alrededor de la caja mortuoria.

El cortejo se detuvo.

Se le llamó inmediatamente a Felipe para que abriera la caja, (al fin y al cabo la fabricación de la misma era suya) y tanto la familia como los acompañantes estaban demasiado asustados para hacerlo.

Este acudió solicito y explicó con detalle la posibilidad del golpeteo de la peonza contra la caja. Nadie quiso escucharle, todos preferían la versión de “la resurrección de los muertos”.

Una vez más se confirmó:

CUANDO LA ENERGIA ABANDONA NUESTRO CUERPO AUNQUE SE TRANSFORME, NO TENEMOS CAPACIDAD DE HACER FUNCIONAR EL MISMO, NI SIQUIERA CON UN….TOC…TOC



LA MOTA DE POLVO Y LA CHISPA
May 1, 2023, 2:31 pm
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Una alfombra persa, protestaba por los golpes que le daba una fuerte y sana moza con una pala de bambú, para eliminar el polvo que se había acumulado en ella.

Debido a ello, una partícula secundaria se elevó a la atmosfera a través del cálido aire y desplazándose por él, recorrió grandes distancias mezclándose con otros materiales.

Era una mota de polvo aventurera, que fue absorbiendo en su recorrido… la ceniza de los volcanes, el polen de plantas y flores y hasta la sal del océano.

Una radiante primavera, terminó por impregnarse en el polvillo mágico azul que tenían las alas de una bella mariposa, que se había dormido al arrullo de una flor.

Estos, le dieron un bonito color y le hicieron impermeable al agua.

De naturaleza poco humilde, pronto se consideró una mota excepcional  y se vanagloriaba continuamente de su poderío.

Al igual que la paja, (tallo seco de los cereales, residuo natural y respetuoso con el ambiente, traspirable y eficiente, que tiene poca capacidad de decisión en su destino y está obligada a cumplir órdenes de agentes más poderosos que ella), la mota tampoco decidía el suyo.

Una corriente de aire cálido y ligero elevó a los dos, y actuando como intermediario de transporte, los llevó silbando hasta un tendedero, quedando prendidos en las ropas mojadas que colgaban en él.

Cuando la humedad de estas desapareció, cayeron al suelo.

Una vez más, eran elementos ajenos quienes decidían el donde y el cómo de sus vivencias, estaban las dos a merced de ellos.

El sílex y la pirita eran dos amigas, pequeñas y resultonas, que conociendo su fuerza y vigor se confrontaban una contra otra en acalorada discusión, con el único propósito de producir chispas luminosas con los diferentes potenciales eléctricos de sus cuerpos.

Se conocieron en la cantera de Navajún – Rioja.

El sílex negro o pedernal, es una piedra que por su dureza ya en la edad media se utilizaba como herramienta cortante, y a su vez esotéricamente poderosa y  protectora de las casas.

La pirita por su parte, compuesta de azufre y hierro en trozos cúbicos, elimina la ansiedad, y atrae la energía positiva.

Cuando la mota alejándose de la paja llegó a la cantera de la Rioja y las conoció, no pudo menos que asombrarse, en sus rifirrafes mutuos, brillantes chiribitas surgían entre ellas.

Estaba completamente fascinada con las chispas de fuego vacilantes y efímeras, descargas luminosas con su resplandor.

– ¿Quiénes sois ?… Por primera vez se sentía insignificante ante tanta belleza.

– Dos piedras con mucho poder- Respondió la Pirita.

La mota, quiso alardear de su trayectoria por el mundo, y levantando la voz afirmó: He viajado mucho

Los dos minerales la observaron indiferente a la vez que le confirmaban.

Mi rescoldo -dijo la pirita- sirve para decorar de ocres, rojos y amarillos las paredes, y la de mi amiga sílex, en negro. Nuestros amuletos para la buena suerte y el éxito son cotizados en joyería, y por último, con una sola de nuestras chispas, somos capaces de producir un gran incendio y destruir el mundo.

La mota suspiró, ella no conseguía luchar contra el viento ni sortear los obstáculos, y su continuo viaje era un ir y venir sin rumbo.

          LA ROCA LLEGA A SER CHISPA, CON PODER DE DECISIÓN              

          LA MOTA DE POLVO SIEMPRE SERA POBREDUMBRE SECA

                      QUE EN TU VIDA SEAS CHISPA Y NO MOTA



LOS APODOS
abril 19, 2023, 6:09 pm
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El ayuntamiento impulsó la construcción de una presa debido a las dificultades de conseguir agua potable en el valle, para el riego y consumo humano.

Cuatro amigos conocidos por sus apodos, de diferentes edades, complexión y humor, se inscribieron en el mismo buscando trabajo, dispuestos a transportar materiales, realizar excavaciones y cementación.

Dos de ellos, hace muchos años cerraron su amistad en el maratón de la capital del distrito, por el apoyo mutuo que se prestaron, y los otros dos practicaban yoga, contorsionándose en diferentes poses en un centro especializado, un día por semana.

Les unía a los cuatro buenos momentos y situaciones divertidas.

En el pueblo les conocían por sus apodos.

Paco el conejo era fontanero de profesión y arrugaba la nariz siempre que mencionaba la palabra tubería.

Pedro el caracol, acostumbraba a quitar el “mucus” húmedo de la nariz con la manga de su jersey, era profesional del taladro.

Perico el cojo era barrenero, en una ocasión hace ya mucho tiempo, después de prender la mecha al petardo no fue tan rápida como ésta, y la explosión distorsionó su cadera.

Pacheco era el calvo, su cabeza brillaba como una bola de billar y su trabajo temporal: talar árboles.

El ayuntamiento les agradeció su colaboración(eran más baratos que los obreros de los pueblos colindantes, ya que a estos, había que abonarles el transporte)  y se necesitaba mucha mano de obra, a la vez que materiales y recursos para construir la presa.

Días después, establecieron los horarios de trabajo y la pausa para reposar la comida.

Había que ajustar la misma a la hora de intenso sol.

Los cuatro amigos, pronto se organizaron para jugar una partida de parchís en este intervalo de descanso.

Les acompañaba el tablero tradicional, con su reverso del juego de la oca.

El parchís es un juego de carrera en el que cada uno tiene su color, avanzando por las 68 casillas que convergen en el centro, al son de la numeración que marca el dado arrojado por un cubilete.

Requiere razonar y planificar, e implicaba en ellos placer y diversión.

Durante el juego se aceptaban apuestas, y se creó una fuerte competencia con los obreros que jugaban al mus.

Al calvo, le gustaba sobre todo el tablero por su forma de cruz, decía, que era un emblema que representaba la vida de Cristo hasta llegar al calvario.

Pronto se corrió la voz en el pueblo, y se les esperaba al final de la jornada a los cuatro amigos para conocer los pormenores.

Una vecina, vestida con el color de la ficha ganadora (rojo, amarillo, verde, o azul) se ofreció para acudir al anochecer al bar, y bailar un tango lánguido con el ganador.

Aquella noche, era el cojo con su ficha roja el campeón y la vecina vestida del citado color acudió a la cita.

A cambio de unas monedas, una gramola reprodujo música.

El tango que se escucho fue: “la cumparsita”

Ya en la pista, el cerebro del cojo era el encargado de ordenar los movimientos de sus piernas, pero quizás debido al nerviosismo comenzó hacer unos movimientos involuntarios sin la intervención de éste.

La mujer dirigió el baile con un abrazo estrecho y caminata tanguera.

El cojo le seguía, llevando el compás y ritmo a su estilo, por momentos se separaban sus cuerpos pero sin perder el abrazo.

Los bailarines que se conocían del yoga transmitían en su expresión facial un romance, sentimientos alegres y eufóricos, para finalizar a trompicones y casi por el suelo.

Los aplausos se escuchaban hasta en la presa que emitía su eco.

El espectáculo estaba montado.

La mujer del alcalde quiso participar, y al son del bolero “bésame mucho “y vestida de verde fosforito, con sus 96 kilos repartidos proporcionalmente por el cuerpo dejó alto el pabellón a los cincuenta años realizando un final triunfante con el caracol, que se olvidó por unos momentos de quitar el “mucus” húmedo de su nariz con la manga del jersey.

La presa terminó por ser una realidad con el transcurso del tiempo, los cuatro amigos siguen manteniendo su amistad pero las circunstancias han cambiado, el cojo se casó con su compañera de yoga…el calvo se fue de fraile…y el caracol y el conejo se han hecho pareja de hecho.

CAMBIARON DE AÑOS, SUEÑOS Y OBJETIVOS, PERO JAMAS DEJARON DE SER BUENOS AMIGOS Y MANTUVIERON SUS APODOS… QUE SUERTUDOS….